Gracias a la efectividad y gran precisión del láser, se puede contrarrestar el envejecimiento natural y el deterioro que conlleva, tanto en apariencia como función de la piel en esa zona.
Este procedimiento es bastante sencillo y, por lo mismo, ambulatorio. No se producen molestias antes ni después del tratamiento, no corta tejido, y no requiere recuperación.
Se introduce un espéculo en posición ginecológica, y dentro de él va insertada la pieza del láser que refractará la luz en 360° mediante un cono de oro. Esto calentará la superficie de la vagina, y disparará en cada segmento de la longitud vaginal, se repite varias veces, y se refuerza en el punto G. Luego, con la pieza que fragmenta el láser, se hacen disparos en el introito vaginal.
Muchas son las mujeres que viven con este problema, pero son bastante más las que tienen el valor de enfrentarlo, buscando una solución, la optimización tanto de la vulva como de la vagina terminan por restablecer su autoestima, mejorando incluso las relaciones sexuales.