El consumo de tabaco tiene numerosos efectos sobre el organismo, unos destacan sobre otros por su gravedad como puede ser el cáncer o ciertas patologías respiratorias. Dejando a un lado estas consecuencias más graves, en este caso nos centramos en las consecuencias que puede tener el tabaco sobre la piel.
Acción del tabaco en la piel
Todos sabemos que un cigarro contiene miles de sustancias nocivas para el cuerpo humano, pero no sabemos realmente como pueden llegar a afectar.
Aunque en un primer momento se piense siempre en la afectación de órganos internos por fumar, la dermis, considerada en realidad como el órgano más extendido del cuerpo, también sufre ciertos ataques.
La acción prevalente del tabaco es la de la nicotina, la cual produce una vasoconstricción de los vasos sanguíneos. Además de este efecto, el hecho de inhalar monóxido de carbono, hace que este compuesto químico compita con el oxígeno en la unión por la hemoglobina, disminuyen la oxigenación celular.
Al fumar, los tóxicos ingeridos generan radicales libres que intervienen en la oxidación de las células. Esto lleva a la disfunción de las células y a su envejecimiento mucho más precoz. El cuerpo debería hacer una renovación celular más rápida para reponerse, pero debido a la acción del tabaco, es incapaz.
Otro de las acciones que provoca el tacaco en la piel es que la cantidad de colágeno que hay en ella se reduzca a pasos agigantados. Aunque es cierto que, con el paso de los años, el colágeno disminuye, el tabaco multiplica la reducción.
Consecuencias del consumo de tabaco para la piel
A nivel estético, el tabaco puede generar estas consecuencias en la piel:
- Pigmentaciones en tonos grisáceos y amarillentos. Aunque será visible en toda la dermis corporal, con el paso de los años, en los dedos de las manos será aún más visible, mostrándose estos en un exagerado tono amarillo.
- Mayor presencia de arrugas y grietas en la dermis. En los consumidores de tabaco, las arrugas tienen una mayor profundidad y son más marcadas. Está demostrado que la presencia de arrugas se duplica en hombre fumadores, mientras que en las mujeres llega a triplicarse.
- Pérdida en la capacidad de cicatrización, generando marcas y señales con cada pequeña herida que se sufra. Con una cercanía mayor a los tóxicos, la piel peribucal, la que rodea a los labios, será de las primeras en notar los síntomas. No solo los tóxicos, sino que la acción de succionar repetidamente generará las temidas arrugas en código de barras, tan difíciles de tratar.
Si quieres contrarrestar estos efectos con el uso de crema y cosméticos, has de saber que su efecto no será el mismo que en una persona que no fume. El tabaco reduce la capacidad de absorción de estos componentes y prácticamente carecen de resultado.
Estas consecuencias van encaminadas, en definitiva, a un envejecimiento más precoz de la piel. No son patologías médicas en sí, pero afecta a la estética la piel y, por lo tanto, a la autoestima de la persona que lo sufre.
Además de estos efectos con mayor repercusión estética, también pueden aparecer otras patologías, con una afectación no solo estética y de autoestima, sino como verdaderos agravantes de la salud:
- Cáncer de piel no melanolítico, está demostrado que los fumadores tienen el doble de posibilidades de padecerlo que otras personas que no fumen.
- Úlceras de tipo crónico, que no curan por mucho tratamiento que se les imponga ya que el tabaco está en el lugar opuesto para contrarrestarlo.
Conocer las posibles consecuencias del tabaco es un buen momento para pensar en la necesidad de consumirlo, dando un paso en la esperanza de, por fin, dejarlo.
Información tomada de: www.