Hay polémica con lucir una nariz perfecta, sin embargo, cada rostro es distinto por esto se recomienda siempre aclarar todas las expectativas con respecto a los resultados para estar completamente a gusto después de la rinoplastia. Luego de una cirugía exitosa es necesario tener cuidados para estar más a gusto tanto en la recuperación como con los resultados de la cirugía de nariz.
La cirugía plástica en la actualidad busca armonía, naturalidad y combinar los beneficios estéticos con la funcionalidad. Se debe tener en cuenta que la nariz es el centro de gran parte de las miradas. Por tanto y como una cirugía puede definir el aspecto físico de manera trascendental, la recomendación más importante es recurrir a un centro médico con calidad y experiencia en la realización de cirugías plásticas, además de no buscar imitar ninguna cara pues el perfil de cada persona es distinto.
El consejo más importante antes de una cirugía de nariz es aclarar todas las dudas o preocupaciones antes de operarse, ya que un buen cirujano profesional siempre será uno de los mejores consejeros.
Mantener una adecuada comunicación con el cirujano y los profesionales a cargo: tener una comunicación transparente y permanente con el cirujano te permitirá resolver dudas que surjan antes, durante y después de la operación es importante ya que permitirá afrontar el post-operatorio de tu rinoplastia con la mayor tranquilidad posible. Además de poder conocer ventajas e inconvenientes antes de llevar a cabo la cirugía plástica.
Posición adecuada: Es muy recomendado que la parte superior del cuerpo permanezca ligeramente elevada después de la cirugía de nariz, por lo menos durante el primer día. Con la cabeza en posición ligeramente elevada se evita presión en las suturas además de reducir la inflamación.
Cuidados para evitar dolor: Inmediatamente luego de la cirugía se deben mantener los apósitos limpios siempre evitando infecciones, además se puede colocar frío en la zona para reducir la inflamación. Es necesario guardar el reposo recomendado y evitar hacer esfuerzos físicos innecesarios. Se debe evitar poner cualquier objeto en los orificios de la nariz.
Cuidados en los primeros días: Intentar dormir con la cabeza hacia arriba, dormir semi-incorporado durante los primeros días, no comer alimentos muy calientes o con los que se deba masticar mucho. Evitar bebidas alcohólicas, fumar o ser fumador pasivo durante las primeras dos semanas.
¡No te suenes la nariz!: Evita sonarte y si vas a estornudar hazlo con la boca abierta. Debes buscar hablar lo más mínimo posible y no gesticular con el rostro, además de evitar reír o llorar, los gestos pueden ocasionar problemas durante la cicatrización. Estas recomendaciones deben mantenerse por lo menos durante los primeros diez (10) días.
Aseo diario y uso de gafas: El aseo diario se podrá realizar normalmente, sin embargo, debe evitar mojar la zona cercana a la nariz. La zona operada debe estar lo más seca posible.Cuando te laves la cara es recomendable hacerlo con agua fría sin mojar la zona de la cirugía. Si usas gafas o lentes, tu médico te indicará cuando puedes retomar su uso, normalmente los lente son luego de tres días y las gafas después de tres semanas, sin embargo, esta orden solo puede dártela tu profesional a cargo.
Cuidados de los primeros meses: Luego de treinta días después de la cirugía se comienza a ver los resultados finales y se podrá retomar algunas actividades normales, manteniendo cuidados. Es importante en los primeros dos a tres primeros meses evitar el sol, frío y viento en la zona intervenida y no realizar movimientos bruscos. Para una mejor cicatrización debes evitar fumar o beber licor.
Medicamentos indicados: Hay que tomar los medicamentos y dosis indicadas por el profesional a cargo. Evitar tomar medicinas por cuenta propia y si hay alguna duda es mejor comunicarla al profesional para aclarar plenamente.Cada paciente que se realiza una rinoplastia debe ser evaluado de forma individual, lo más importante es contar con alta confianza en quienes llevan a cabo la operación y contar con apoyo antes durante y después de la cirugía de nariz.
En la actualidad la imagen personal es muy importante, actuando como una poderosa fuerza social y profesional. No cabe duda de que, la belleza siempre ha sido muy efectiva para generar afinidad entre las personas. Esto ha hecho que, la cirugía estética se convierta en el aliado perfecto para todas aquellas personas que quieren mejorar su imagen.
Para hacerlo posible, necesitas ponerte en manos de una clínica habilitada para cirugía plástica especializada en tratamientos de cirugías plásticas o cirugía estética, que cuente con la aprobación y reconocimiento de la comunidad.
Si te interesa conocer más sobre este tema, hoy te traemos los 6 tratamientos de cirugía estética más populares en 2021.
Cirugía estética, 6 tratamientos tendencia
La cirugía estética se encarga de mejorar la apariencia de ciertas partes del cuerpo. Gracias a la incorporación de avances tecnológicos, garantiza una mejor calidad de vida del paciente dando soluciones a sus problemas.
También, es conocida como el arte de moldear cualquier parte del cuerpo y otros aspectos asociados al envejecimiento externo. Existe una gran demanda de cirugía estética, consecuencia de la gran publicidad que muchos famosos y modelos lanzan al mercado con su imagen. ¡Conozcamos cuáles son!
1. Liposucción
Es una intervención corporal que se mantiene en auge por ser una solución efectiva y a corto plazo al sobrepeso. Consiste en extraer la grasa y al mismo tiempo esculpir una o varias áreas del cuerpo. Su técnica de alta definición permite darle forma atlética, definiendo los abdominales o marcar los pectorales.
2. Aumento de senos
Esta cirugía estética sigue siendo de las más demandas por todo el mundo, por proporcionar volumen y simetría a ambos senos, haciéndolos más atractivos estéticamente. Consiste en introducir prótesis al busto para dar mayor volumen, perfilando su silueta y otorgándole firmeza al pecho.
3. Bótox con ácido hialurónico
Se trata de dos tratamientos combinados que han ganado popularidad por ser ideales para el rejuvenecimiento y embellecimiento de la piel de forma natural. De esta manera, aporta al rostro un aspecto muy radiante y juvenil.
4. Cirugía Baratica (sleeve gastrico)
Una cirugía bariátrica muy popular por ser una opción efectiva y rápida ante los problemas de obesidad y obesidad mórbida. Esto, con el objetivo de ayudar a perder peso y reducir los riesgos mortales para la salud causados por el sobrepeso.
Consiste en extirpar parte del estómago con el objetivo de ayudar a producir menos cantidad de grelina, la hormona que regula el apetito. Todo esto, desde un procedimiento por laparoscopia.
5. Cirugía de párpados
La cirugía estética de parpados es muy demandada por quienes buscan mejorar la apariencia de los párpados inferiores y superiores, y la forma completa de tus ojos. Una técnica que se basa en corregir el exceso de grasa en la piel y músculos de los párpados.
6. Rinoplastia
Para quienes quieren sentirse conforme con su nariz, la infiltración de ácido hialurónico se ha hecho tendencia este 2021. A través de esta técnica se corrige de forma visual las desviaciones de la nariz, e incluso se trabaja la curvatura final.
El cerebro es un órgano que, al igual que el resto de nuestro cuerpo, envejece con el paso de los años.
Si todos deseamos mantenernos más jóvenes no es solo porque nos disgusten las arrugas, sino también para evitar las múltiples enfermedades relacionadas con el envejecimiento.
Las previsiones indican que en el año 2050 un 25% de la población europea tendrá más de 65 años y el número de personas con más de 80 años se va a triplicar.
Pero ¿existe una fuente de la juventud para nuestro cerebro?
Aunque posiblemente nada nos haga retroceder en el tiempo, podemos intentar envejecer de manera saludable y reducir el efecto que tiene el paso de los años.
¿Qué es el envejecimiento?
El envejecimiento podría definirse como el conjunto de cambios que ocurren con la edad y provocan una disminución de nuestras capacidades fisiológicas, motoras y cognitivas.
El primario es gradual e inevitable y se produce a lo largo de nuestra vida.
El secundario o prematuro viene desencadenado por el padecimiento de ciertas enfermedades o el abuso de sustancias, y se puede prevenir.
La edad cronológica (la del certificado de nacimiento) indica el tiempo que ha transcurrido desde nuestro nacimiento.
Sin embargo, existe también la edad fisiológica, que depende de la condición de nuestro organismo y puede ser menor a la cronológica (si nos cuidamos) o mayor (si tenemos malos hábitos).
El envejecimiento del cerebro
Con la edad, el tamaño del cerebro disminuye, perdemos neuronas y se altera la producción de hormonas y neurotransmisores.
Sin embargo, el cambio más importante que se produce es la pérdida de muchas de las conexiones entre las neuronas, unas células de larga vida que no se dividen y, por lo tanto, difícilmente se regeneran.
Otra consecuencia del envejecimiento cerebral es la acumulación de proteínas en forma de agregados que tienden a depositarse tanto dentro como fuera de las neuronas.
Esto puede desencadenar el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas relacionadas con la edad, como la enfermedad de Alzheimer o el párkinson.
Conviene aclarar que lo que comúnmente se denomina como demencia senil es un término obsoleto. El envejecimiento no implica necesariamente la aparición de una demencia o pérdida importante de memoria.
Si existe una pérdida significativa de la capacidad de memoria y aprendizaje, estaría relacionada con una enfermedad específica y no con el envejecimiento normal del cerebro.
Medidas para frenar el envejecimiento
La dieta es esencial para envejecer de forma saludable.
La más recomendada es la mediterránea, que brevemente implica un bajo consumo de carnes y aves de corral, un consumo de bajo a moderado de lácteos, una cantidad moderada de alcohol (vino) y grasas (aceite de oliva), y una alta ingesta de verduras, legumbres, frutas, cereales y pescado.
Se ha comprobado que la dieta mediterránea reduce el riesgo de padecer fallos cognitivos y enfermedades como el alzhéimer.
Además, la restricción calórica o limitación de las calorías que ingerimos puede ayudar a retrasar el envejecimiento.
Además de cuidar lo que comemos, es recomendable dormir ocho horas al día.
El mantenimiento de un buen ciclo vigilia-sueño es esencial para muchas funciones cerebrales, por ejemplo para la eliminación de las toxinas del cerebro que se han acumulado durante el día.
Mientras dormimos, el espacio que existe entre las neuronas aumenta, facilitando su limpieza y buen funcionamiento. Por lo tanto, mantener un sueño reparador favorece un envejecimiento más saludable.
El ejercicio regular y la actividad física son claves para disminuir los efectos del envejecimiento.
Estudios clínicos indican que el entrenamiento físico con intensidad moderada juega un papel neuroprotector, ralentizando la disminución del volumen del cerebro y mejorando su funcionamiento.
Concretamente, el ejercicio aeróbico mejora la función cognitiva, no sólo durante el envejecimiento sino también en personas que sufren enfermedades neurodegenerativas.
Por otra parte, se ha comprobado que aquellas personas que poseen un nivel educativo más alto o que mantienen una cierta actividad intelectual -leer, estudiar o adquirir nuevas habilidades- tienen una menor predisposición a desarrollar demencia.
La base de esta neuroprotección está asociada a la formación de nuevas conexiones entre las neuronas.
Otros hábitos saludables también pueden ayudarnos a evitar los efectos del envejecimiento prematuro.
Sin ir más lejos, mientras que una ingesta abundante de alcohol corre el riesgo de inducir fallos cognitivos, otras bebidas alcohólicas pueden ser beneficiosas para mantener una buena salud mental .
El vino, por ejemplo, tiene un alto contenido en polifenoles, que tienen acción antinflamatoria y antioxidante.
Definitivamente, el tabaco es un hábito que se debe evitar, ya que se ha relacionado con la aceleración del envejecimiento y la aparición de problemas cognitivos y demencia.
Tampoco hay que perder de vista los factores de riesgos relacionados con enfermedades crónicas altamente prevalentes en personas de avanzada edad.
El mantenimiento de la actividad e integridad del cerebro dependen, en buena parte, de los vasos sanguíneos que mantienen una buena irrigación.
La hipertensión, la aterosclerosis y los niveles elevados de colesterol incrementan las posibilidades de desarrollar fallos cognitivos, ictus y demencia.
A esto se suma que la diabetes y la obesidad afectan al metabolismo de la glucosa y generan resistencia a la insulina.
Ambas alteraciones podrían provocar daños crónicos a las neuronas y acelerar el envejecimiento cerebral.
Los trastornos del estado de ánimo tampoco ayudan.
La depresión es un desorden emocional muy común en personas mayores y es producida por un desequilibrio en los neurotransmisores, que son las moléculas que usan las neuronas para comunicarse.
Este desajuste podría traducirse en un mal funcionamiento del cerebro a largo plazo, lo que aceleraría el envejecimiento cerebral.
En síntesis, la clave para mantener un cerebro sano y joven es la misma que para el resto del organismo.
Es decir, hay que mantener una dieta sana, dormir las horas suficientes, evitar el consumo en exceso de alcohol, huir del tabaco y el estrés, realizar ejercicio moderado, y evitar el desarrollo de otras enfermedades o, al menos, mantenerlas bajo control.
Las nuevas tecnologías han llegado para revolucionar nuestras vidas. Muchas actividades han mutado su forma y espíritu en los últimos años y cada vez menos aspectos cotidianos pueden resolverse sin la presencia de un teléfono celular. Además de su ineludible fuente de diversión, los smartphones también pueden causar algunos problemas para nuestra salud, específicamente en lo que al cuerpo se refiere. En la siguiente nota, te contaremos todo lo que necesitas saber al respecto.
El día a día ha cambiado radicalmente. Basta con revisar nuestro teléfono celular durante un minuto para estar al tanto de las últimas novedades así como también estar en contacto con todos tus amigos y seres queridos. En esa misma dirección, puedes encontrar una cantidad enorme de contenido útil, práctico y entretenido para que tus tiempos muertos sean menos tediosos, así como también ampliar tus listas de conocimientos.
Sin lugar a dudas los smartphones han mejorado nuestra calidad de vida y democratizado el conocimiento: basta con deslizar el dedo para estar al tanto de cómo viene tu nutrición en la semana gracias a distintas apps y herramientas. Sin embargo, como todo lo que se realiza en exceso, utilizar mucho tu teléfono celular puede ser dañino para tu salud. ¿Qué efectos en el cuerpo puedes padecer?
En primer lugar, es importante subrayar que las pantallas de los smartphones tienen un fuerte efecto en nuestros ojos, sobre todo en la retina. Esto se debe a la poca distancia con la que generalmente se usan estos aparatos. Este factor, sumado a una exposición continuada, puede causar lo que se conoce como “degeneración macular”, que no es más que daño al interior de los ojos. Sin saberlo, mientras pasas más de lo aconsejado jugando en un casino online o buscando ofertas en sitios de compra y venta de objetos, puedes estar generándote un fuerte daño.
Otro factor a tener en cuenta es la resequedad en los ojos, la cual se causa por la reducción del parpadeo por el uso del dispositivo, así como también se dificulta el enfoque en ciertas distancias, llegando a causar miopía temporal fruto de la tensión que sufren los músculos de los ojos. De acuerdo a distintos informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tiempo a pasar con el smartphone en la mano debe ser significativamente menor a las 8 horas diarias que se llegan en los casos más extremos.
Más allá del daño ocular, también hay otras partes del cuerpo que se pueden ver afectadas de manera severa por el uso desmedido de estos aparatos. Un ejemplo claro son los tendones de nuestras muñecas, los cuales se comienzan a inflamar. Este padecimiento llega a millones de personas en todo el mundo en la actualidad. El sueño es otro de los factores que se alteran, ya que el brillo del celular y sus constantes estímulos pueden alterar el ciclo de descanso, provocando insomnio, el cual termina afectando a nuestro organismo en su conjunto.
Por último, la cervical, ubicada en el cuello, es una de las zonas que más lamentan una utilización elevada de los teléfonos celulares. El movimiento del cuello para observar la pantalla puede generar fuertes contracturas, así como dolores de cabeza y mareos. En definitiva, reducir el uso no solo podría evitar estos síntomas, sino que también podría ser la puerta de entrada a una vida más activa y saludable, desconectada de los estímulos del dispositivo y más conectada con las cosas que realmente importan.
Información tomada de: www.eldiariodelpacifico.com